Manolitas Solidarias

Manolitas Solidarias
Clic en la foto y entra en nuestra tienda solidaria.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Dudas sobre la solidaridad

LA INSOLIDARIDAD MÁS DEVASTADORA
 


 

Que grotesco resulta el patético discurso de todo aquel que es incapaz de obrar por amor al arte o por amor al prójimo, incapaz de ser solidario con su semejante. El único mensaje que prevalece en sus palabras es la falta de respeto y el menosprecio a los que dedican su vida, su tiempo, su dinero y su esfuerzo en hacer un bien a los demás.
 
Desde Manolitas Solidarias queremos dar nuestro apoyo incondicional a personas que, como nosotros, comparten el idealismo, el altruismo y la filantropía, convencidos de que los dones que todos llevamos dentro deben de ser explorados y explotados para compartirlos con los demás.
 
Este es el caso de Gavrí Akhenazi, militar de profesión y escritor de corazón, al que le dedicamos una entrada en el mes de diciembre en Regalos Culturales. Todo beneficio que produce la venta de sus libros en español está destinada a la causa de Médicos sin fronteras y los libros que publican en editoriales de Israel (él es de origen israelí) también, "porque tiene la rara costumbre de pensar que con los dones uno no debe lucrarse" según sus propias palabras.
 
Hace unos días presencié, en una comunidad literaria de google plus de nombre Ultraversal, en la que Akhenazi ejerce de moderador y ayuda con su crítica constructiva al crecimiento creativo de sus integrantes, un debate literario que derivó en una guerra política. Un usuario de nombre José A. de origen palestino, periodista, redactor de un suplemento cultural semanal de un periódico de tirada nacional con la excusa de reunir material al objeto de redactar un artículo sobre portales literarios de la red, entró al trapo al conocer los orígenes de Gavrí.

Fue tal el enfrentamiento que este señor, por llamarlo de algún modo, llevó la afrenta hasta límites más que insospechados. Se escudó en su profesión para amenazar con la redacción de un artículo en su revista literaria en la que echaría por tierra toda la labor de la Comunidad y la de Akhenazi. No sin antes dejar bien clara su postura, con respecto a la hipocresía de las personas que nos esforzamos en ayudar a los demás porque según él, algún motivo oculto guardamos.

Y yo me pregunto: ¿cómo puede haber tanto majadero suelto por el mundo? ¿cómo puede haber tanta gente desalmada que en la primera contrariedad o arrebato eche mano del poder fáctico para tergiversar los acontecimientos a su merced? ¿las noticias que leemos son verídicas o son producto del calentón y la agarrada que ese periodista pueda tener con la persona, la entidad o vaya usted a saber?.

Preguntas sin respuesta. Lo que está claro es que el periodismo, con personajes de este nivel, cada día queda más en entredicho.