Me llamo Isabel Valiente y llevo más de veinte años dedicada al mundo del calzado y la moda infantil. Me defino como una soñadora incurable e idealista crónica.
Hace un año, aproximadamente, me diagnosticaron un enfermedad crónica que hizo temblar los cimientos de mi existencia. Su nombre, #fibromialgia. El golpe inicial fue tremendo pero al fin, logré reaccionar y poner orden en mis prioridades. Después de meses conviviendo con ella, ya sé a lo que me enfrento y a pesar de que no las tengo todas conmigo para llevar la vida de antaño... ni quiero, ni puedo rendirme. Aquel que sea cabeza de familia, sabe la responsabilidad que implica dar sustento a los tuyos, dar sustento a tus hijos. Y yo tengo una preciosa hija que depende única y exclusivamente de mi. Así que no queda otra que adaptar mis circunstancias, laborales y familiares, a una enfermedad con la que no contaba pero que sin ella, jamás hubiera tenido el coraje de emprender lo que de verdad me estimula e ilusiona: este proyecto; mi proyecto que también es vuestro.
La creación de unos patucos de bebé, totalmente artesanales, cosidos a mano.
Siento que es mi deber compartir y destinar parte de los ingresos a causas solidarias infantiles. Todo aquel que ha sido bendecido con un don en sus manos, una capacidad innata, una aptitud creativa... debería ponerlo a funcionar en causas justas.
Muchos me preguntan por qué elegí este nombre: Manolitas. Y las razones fundamentales son dos: una, por rendir tributo al maestro de maestros en el mundo del calzado femenino, Manolo Blahnik; y otra, porque al ser un artículo tan artesano, destinado a echar una mano... debería incorporar la palabra "mano". Y así surge Manolitas Solidarias.
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